Iniciación y aprendizaje
En las culturas chamánicas del mundo, el chamán juega un papel de párroco; no obstante, hay una diferencia esencial entre los dos, como Joseph Campbell describe:
El párroco es el miembro socialmente iniciado y ceremonialmente inducido de una organización religiosa reconocida, donde mantiene un cierto rango y hace de arrendatario de un cargo que fue ocupado por otros antes de él, mientras que el chamán es uno, que como consecuencia de una crisis psicológica personal, ha adquirido un cierto poder por sí mismo.1969, p. 231
Un chamán puede ser iniciado a través de una enfermedad grave, siendo alcanzado por un relámpago y soñando con un trueno para convertirse en un Heyoka, o por una experiencia cercana a la muerte (p. ej., el chamán Alce Negro), o uno puede seguir una «llamada» para convertirse en chamán. Hay normalmente un conjunto de imaginería cultural que se espera que se experimente durante la iniciación chamánica sin importar el método de inducción. Según Mircea Eliade, esta imaginería a menudo incluye ser transportado al mundo de los espíritus e interaccionar con seres que habitan el mundo distante de los espíritus, encontrar un guía espiritual, ser devorado por algún ser y aparecer transformado, o ser «desmontado» y «vuelto a montar» de nuevo, a menudo con amuletos implantados tales como cristales mágicos. La imaginería de la iniciación generalmente habla de transformación y de los poderes otorgados para trascender la muerte y el renacimiento.
En algunas sociedades chamánicas se considera que los poderes son heredados, mientras que en otros lugares del mundo se considera que el chamán ha sido «llamado» y requiere un entrenamiento largo. Entre los chukchis siberianos uno puede comportarse de maneras que los clínicosbiomédicos «occidentales» caracterizarían tal vez como psicótico, pero que los pueblos siberianos pueden interpretarlo como una posesión por un espíritu que demanda que uno asuma la vocación chamánica. Entre los Tapirapé sudamericanos, los chamanes son llamados en sus sueños. En otras sociedades el chamán elige su carrera. En América del Norte, los pueblos de las Naciones Originarias buscarían la comunión con los espíritusa través de una «búsqueda de visión»; mientras que los shuar sudamericanos, buscando el poder para defender a su familia contra los enemigos, aprenden ellos mismos para lograr ser un chamán. Asimismo los urarina de la amazonia peruana tienen un elaborado sistema cosmológico basado en el consumo ritual de ayahuasca. Junto con los impulsos milenarios, el chamanismo ayahuasca de los urarina es una de las características clave de esta sociedad poco documentada.
Supuestamente también pueden observarse «tradiciones» chamánicas habituales entre los pueblos indígenas kuna de Panamá, que confían en poderes chamánicos y talismanes sagrados para curar. Por eso, gozan de una posición popular entre los pueblos locales.
todo lo anterior puede ser cierto pero para hacerse chaman hay que ayunar de sexo y comida (No en todos los casos, los "Chamanes" de América no deben necesariamente tener castidad), siguiendo los pasos del maestro santo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario